Después de tantos años con este «okupa», como le llamamos nosotros, me doy cuenta de lo valientes, pacientes y resilientes que somos…
Cómo somos capaces de vivir en una continua montaña rusa y seguir adelante con optimismo y alegría…
Cómo nos esforzamos (porque a veces es con esfuerzo) en hacer cosas que nos generan dopamina como compartir vivencias y escucharnos, hacer deporte, escuchar música o bailar juntas, disfrutar de la naturaleza y el sol…
El párkinson también ha traído a mi vida cosas bonitas como conocer a personas maravillosas que en otras circunstancias no habría conocido.
Conocerme a mi misma y prestar atención a mi cuerpo, valorar las pequeñas cosas de cada día y dar importancia a lo que realmente lo necesita…
¡Tantas cosas que agradecer!…
Es cierto que hay momentos duros o difíciles, pero al final del túnel siempre se encuentra la luz, en el valle siempre se encuentra un camino para subir la montaña ,y en el fondo del océano en el que te sumerges cuando estás off siempre consigues salir a la superficie y poder RESPIRAR… y qué suerte la nuestra de poder experimentar esa FELICIDAD.
«Happy life!!!»
Ana Aguado
