HAS LLEGADO PARA QUEDARTE

HAS LLEGADO PARA QUEDARTE

Hola Párkinson:

Has entrado en nuestras vidas de puntillas, sin avisar, porque nadie te ha invitado. Has llegado para quedarte. Aunque no teníamos sitio para ti.

Te odié y maldije desde el momento en el que supe tu llegada. Ahora eso ha cambiado, ya no te odio.

Un día contigo es una incertidumbre. Una montaña rusa. Una odisea. Un aprendizaje…

Cuando aprietas fuerte el cuerpo, sabemos que has llegado con fuerza. Parece un abrazo. Pero no aprietes tanto que duele.

Cuando le aprietas la mano, sé que lo haces para decirle que estás ahí, que no te has olvidado de él…Créeme que lo sabemos de sobra, pero no aprietes tanto que duele.

Cuando te enganchas a sus piernas porque quieres que te lleve con él siempre, que no te deje atrás, que sois uno…También lo sabemos. Pero, a veces, quiere estar solo, correr por el monte, volar con sus piernas y no le dejas…No aprietes tanto que duele.

No le enseñes cómo se siente cuando vas en barco continuamente, no le gustan los barcos, no hace falta…No aprietes tanto que duele.

Sabemos que serás uno más de nuestra familia para siempre. Por eso te pido que no le quieras tanto.

Nos has enseñado a ser más fuertes los siete días de la semana, las 24 horas del día. Aprovechar cada día. Sacar todo lo bueno, las pequeñas cosas de cada momento. Disfrutar las risas con los amigos, un café inesperado.

Valorar una lágrima que asoma, un «te quiero» a borbotones, un beso por doquier…

Por eso hoy te declaro mi amor, Parkinson.

Espero que te sientas cuidado entre nosotros…

Y que lo cuides a él hoy y siempre.

Ana Montero

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