Luces en las sombras

Luces en las sombras

Después de pasar el duelo, tan necesario cuando te enfrentas a una noticia de este tipo, toca recomponerse.

Me considero una persona fuerte de mente, lo que me ha permitido a lo largo de mi vida gestionar más o menos bien las situaciones que me han ido surgiendo, aunque confieso que ésta me superó.

Cuando entendí que el párkinson sería mi compañero de viaje para siempre, decidí que tenía que llevarme con él lo mejor posible.

Tengo que decir que por mi forma de ser llevaba una vida un poco estresante y creo que mi cuerpo necesitaba parar. A veces pienso que las cosas no pasan por casualidad.

Ahora puedo decir, después de casi dos años desde mi diagnóstico (aunque varios más con síntomas), que he conseguido descubrir luces en las sombras. Esto significa que:

  • Trato de asumir de la mejor manera posible que voy más lenta que el resto, que a veces parezco un pato andando, que hay momentos en los que mi cuerpo no me responde, que no puedo dormir, que me duele casi todo y que muchas veces necesito ayuda para atarme unos cordones. Es difícil, pero se puede.
  • El párkinson me ha hecho entender la importancia del deporte y la alimentación saludable, para que esto avance lo más lentamente posible.
  • He descubierto el mindfulness, gracias al cual gestiono mejor todas las situaciones difíciles que me plantea el párkinson.
  • He conocido a personas fantásticas con las que tengo un “amigo común”.
  • Estoy entendiendo que es muy necesario para mí llevar una vida tranquila, ocupando mi tiempo en cosas que me hagan feliz y que mejoren mi calidad de vida.
  • Valoro mucho más a mi familia y amigos que no me han soltado la mano en ningún momento. Ahora tengo más tiempo para estar con mi marido y mis hijos.

Por ello y pese a todo me siento una persona afortunada, con una vida muy diferente a la de hace unos años, pero poniendo los medios para adaptarme a ella y mirando siempre hacia adelante, que lo que tenga que venir ya vendrá y aquí estaré preparada.

Vida no hay más que una y yo quiero ser feliz.

Un fuerte abrazo a todos.

Carmen Amador

Scroll al inicio