Párkinson y menstruación

Aunque la mayoría de las mujeres con Enfermedad de Parkinson se encuentran ya en etapa de menopausia, hasta un 5% de las mujeres con párkinson tiene menos de 45 años y por lo tanto se encuentran en etapa fértil con menstruaciones regulares. En cualquier mujer durante los días previos a la menstruación y durante la menstruación puede haber cambios en el estado de ánimo, dolor y malestar físico. El empeoramiento catamenial (empeoramiento clínico en relación con la menstruación) se ha descrito en varias enfermedades neurológicas incluyendo la migraña, la epilepsia y también en la Enfermedad de Parkinson.

 

El estrógeno es una hormona que seguramente tiene un efecto en la Enfermedad de Parkinson, incluso hay estudios que dicen que es neuroprotectora. Las mujeres en general y, sobre todo, en edad fértil tienen menos riesgo de desarrollar la enfermedad y precisan de dosis más pequeñas de levodopa para el control de síntomas. Se cree que esto ocurre porque el estrógeno aumenta la biodisponibilidad de la levodopa, haciendo que llegue más cantidad al cerebro. No sería descabellado, por lo tanto, pensar que en el momento del mes en que los niveles de estrógenos son más bajos (periodo premenstrual y menstrual) las personas afectas de párkinson puedan notar cambios clínicos sobre todo en relación con el efecto de la medicación. De hecho, es así. Ya en 1986 se describió por primera vez que las mujeres con párkinson mostraban más fluctuaciones motoras durante la menstruación y en estudios posteriores basados en cuestionarios la gran mayoría de mujeres refieren que durante la regla y los días que la rodean sienten más molestias incluyendo: un empeoramiento de los síntomas relacionados con la enfermedad, agotamiento emocional, fatiga física, dolor y dificultades para el autocuidado.
 En cuanto al manejo de este empeoramiento muchas mujeres referían que no sentían que se le hiciera mucho caso a la hora de abordar este problema en la consulta médica. Estudios reglados sobre este tema hay pocos y hay poca evidencia en cuanto a cuál es el mejor tratamiento. Se han descrito casos en los que se ha conseguido disminuir los periodos OFF (momentos en que la medicación no funciona y los problemas motores de lentitud, temblor y rigidez son más notorios) con la toma de anticonceptivos. El uso de anticonceptivos también ha resultado ser eficaz en algunos casos de migraña catamenial y epilepsia. Esta claro que necesitamos más información sobre este tema, pero el primer paso es escuchar a la paciente e intentar hacer un plan personalizado según sus problemas y necesidades por parte de los médicos, enfermeros y cuidadores. 

REFERENCIAS:

1. Quinn NP, Marsden CD. Menstrual-related fluctuations in Parkinson’s disease. Mov Disord. 1986 Jan 1;1(1):85–7. Available from: http://doi.wiley.com/10.1002/mds.870010112

2. Serikawa T, Shimohata T, Akashi M, Yokoseki A, Tsuchiya M, Hasegawa A, et al. Successful twin pregnancy in a patient with parkin-associated autosomal recessive juvenile parkinsonism. BMC Neurol. 2011 Jun 17;11. Available from: https://pubmed-ncbi-nlm-nih-gov.sire.ub.edu/21682904/

3. Tolson D, Fleming V, Schartau E. Coping with menstruation: understanding the needs of women with Parkinson’s disease. J Adv Nurs. 2002 Dec 1;40(5):513–21. Available from: http://doi.wiley.com/10.1046/j.1365-2648.2002.02408.x

 
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