Fuerza y determinación

Soy Christine Jeyachandran. Hace siete años me diagnosticaron la Enfermedad de Parkinson, cuando tenía 37 años. La gente se sorprende de que tenga párkinson por mi edad y también porqué soy abierta sobre ese tema. Era difícil al inicio, incluso en el año 2018 escribí: A veces me siento triste. Esta enfermedad me empezó demasiado joven, sólo tengo 41 años. Siento la pérdida de lo que no puedo. Espero que pueda estar allí para mis hijos cuando sea mayor y estar llena de energía y fuerza

 

Pero en mi viaje he demostrado que no debo esperar lo malo para  actuar, para cambiar mi destino con fuerza. A mí los ejercicios ligeros no funcionaban. Mis síntomas de párkinson empeoraban, mi mano izquierda temblaba, y mi capacidad de caminar y el movimiento de mis brazos se veían afectados. El ejercicio ligero no me ayudaba. Para evitar que mi cuerpo se deteriore más, en el año 2018 decidí tomar clases, tres veces a la semana, de gimnasia artística. Empezando 1 hora de clase por semana y aumentando a 2 horas.  

Era muy duro porque no podía moverme mucho, sudaba y sudaba, mis músculos dolían y tuve miedo para hacer algunos ejercicios.. Pero filmaba mi experiencia y mi historia. Con el video Parada de manos (Handstand for) Parkinson fui finalista en el Congreso Mundial de Parkinson. Recuperé mi rango de movimiento, equilibrio, flexibilidad, coordinación y estaba más fuerte que nunca. Es impresionante para mí ver el cambio en mi video, el Antes y después del ejercicio

Ahora soy embajadora del «Congreso Mundial de Parkinson 2022» (World Parkinson Congress / WPC). Quiero animaros a ir porque es en España, es para profesionales y personas con párkinson y sus cuidadores. WPC cambió mi vida, porque pude aprender mucho de párkinson y porque regresé lista para ayudar a mi comunidad en Perú. Soy australiana pero vivo en Perú con mi familia desde hace ya 10 años. Ahora estoy ayudando apasionadamente a educar a personas con párkinson y alentándolas a hacer ejercicios para tratar el párkinson. 

Quiero terminar con una reflexión sobre la actitud que se tiene frente al párkinson que veo a mi alrededor. A la gente con párkinson, normalmente, no les gusta salir a la calle porque hay prejuicios contra las personas con discapacidad. La gente esconde su discapacidad. A veces otros quieren culpar a los demás o decir que es una maldición de Dios. Si van a la iglesia, a veces se les dice que oren para  estar sanos y que tengan más fe en Dios. Si no hay curación, ya no quieren ir a la iglesia. A veces me dicen igual: “Necesitas orar y tener fe”.  Sí, necesito orar más y tener más fe,  pero quiero decir que no es culpa de nadie que tengas párkinson. 

Hay muchas personas en la Biblia como Pablo, quienes tenían una gran fe y Dios no lo sanó y hay personas que sufrieron: Daniel, José, Noemí, Ana y Job. Seré la primera en admitir que fracaso más a menudo de lo que me gustaría admitir abiertamente, pero creo que Dios es bondadoso y amoroso. Él ve nuestros corazones. Si Jesús murió en la cruz por mi pecado, no creo que me castigue con una enfermedad, a menos que sea una consecuencia directa de malas decisiones, es decir, fumar puede provocar cáncer de pulmón.

En la Biblia hay una historia sobre un hombre ciego (Juan 9: 1–12) y los discípulos de Jesús preguntaron: “Rabino, ¿quién pecó, este hombre o sus padres, que nació ciego?” “Ni este hombre ni sus padres pecaron”, dijo Jesús, “pero esto sucedió para que las obras de Dios se mostrarán en él. Mientras sea día, debemos hacer las obras del que me envió “.

Jesús sanó al ciego y mostró su poder. No sé porque tengo párkinson, pero he tenido la oportunidad de conocer muchos afectados de lo mismo y conectar con ellos.  Puedo animar y educarlos, y eso me da alegría y propósito, y puedo amarlos en un mundo donde se sienten rechazados a veces. Por eso yo sé que la enfermedad no es buena, yo sé con seguridad que no es una maldición de Dios por las acciones pasadas.

No puedo ocultar mi discapacidad y cualquier pregunta o comentario ayuda a educar a una persona más, una persona a la vez. No puedo sentarme en casa y esconderme, tengo responsabilidades y niños, y hay hermosos lugares para ver y montañas para llegar a la cima. No puedo dejar de vivir y disfrutar la vida, aún cuando tengo miedo a veces.

Yo he aprendido que ‘El coraje no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de continuar a pesar del miedo’

 

 

 
Christine Jeyachandran

 

 
 

Ambassador of the World Parkinson 2022

Embajadora de Congreso Mundial de Parkinson 2022

https://activateparkinson.com

Youtube: Christine Jeya, https://www.youtube.com/c/ChristineJeya

Twitter:  handstand for parkinson’s @christinejeya

 

Scroll al inicio