Embarazo y lactancia en mujeres con párkinson
En una revisión de la literatura sobre este tema, en el que se revisaron 64 casos de embarazo, vieron que en un 48% de los casos los síntomas de párkinson empeoraban durante el embarazo y en un 52% o no empeoraban o incluso mejoraban de forma transitoria. Un 80% de estas mujeres tomaban medicación para su enfermedad. De estas sólo un 36% empeoraron durante el embarazo. En cambio, un 67% de las mujeres que no tomaba medicación empeoraron clínicamente. Esto sugiere que es importante mantener la medicación durante el embarazo ya que ayudará a que la mujer no presente un empeoramiento clínico secundario al párkinson. Hay que tener en cuenta que durante el embarazo el volumen plasmático de la mujer aumenta y el estado metabólico también cambia, esto puede hacer que la farmacodinámica de los tratamientos (su absorción, distribución y eliminación) también cambie. Por esto, las visitas periódicas con su neurólogo durante todo el embarazo son importantes. Así se puede ir ajustando las dosis si hiciera falta.
A parte del bienestar de la mujer se ha de tener en cuenta el bienestar del feto. ¿Tomar medicación supone un riesgo para el feto? El tratamiento más común y eficaz para esta enfermedad es la levodopa/carbidopa. Por suerte, además, esta medicación es la más segura para tomar durante el embarazo. No hay evidencia de que estos agentes sean teratógenos (que produzcan malformaciones congénitas) o que produzcan complicaciones durante el embarazo o abortos. Otra medicación común, sobre todo en gente joven con esta enfermedad, son los agonistas dopaminérgicos. Estos agentes se consideran que probablemente también son seguros, pero no se recomiendan si no son estrictamente necesarios ya que en algunos estudios sí que se han objetivado un aumento de la tasa de abortos. La amantadina, típicamente utilizada para tratar las disquinesias, sí que ha demostrada ser teratógena y aumentar el riesgo de aborto en varios estudios. Por este motivo la amantadina no se debería utilizar durante el embarazo.
¿Qué pasa con la lactancia? La lactancia en mujeres con párkinson es posible, pero si se toma medicación no es recomendable. La levodopa y los agonistas dopaminérgicos inhiben la liberación de prolactina (la hormona necesaria para producir leche materna) por lo que podrían afectar la cantidad de leche que produce la mujer. De todas maneras, se han descrito casos en los que mujeres que tomaban estas medicaciones han podido amamantar a su bebe sin problemas. La razón por la que no está recomendado en general es porque no se conoce la cantidad de medicamento que puede llegar y ser excretado a través de la leche materna. Los efectos de esta medicación en los recién nacidos también son desconocidos. En otras palabras, si decide amamantar a su bebé y toma medicación antiparkinsoniana es posible que le esté dando una cantidad desconocida de esta medicación que podría afectar a su desarrollo. Por este motivo y hasta que no se tenga más información no se recomienda en general.
Alexandra Pérez Soriano
Neuróloga e Investigadora
Especialista en la enfermedad de Parkinson y parkinsonismos atípicos
U-Parkinson
REFERENCIAS
1. Cerri S, Mus L, Blandini F. Parkinson’s Disease in Women and Men: What’s the Difference? Vol. 9, Journal of Parkinson’s Disease. IOS Press; 2019 [cited 2021 Jan 14]. p. 501–15.
2. Olivola S, Xodo S, Olivola E, Cecchini F, Londero A Pietro, Driul L. Parkinson’s Disease in Pregnancy: A Case Report and Review of the Literature. Front Neurol [Internet]. 2020 Feb 19;10.