Y de repente… desperté

Poco a poco recorrí y fui reconociendo cada una de las emociones que dominan al ser humano… la más importante de todas ellas “el miedo”… tiene la capacidad de dominar nuestra vida hasta tal punto que dejas de ser tú mismo.
 
El miedo a no sentirte aceptado, el miedo a no sentirte querido, el miedo al sufrimiento, el miedo a estar solo, el miedo al fracaso, el miedo a equivocarte, el miedo a la muerte…
 
Todos y cada uno de ellos te van quitando una parte de tu ser hasta que dejas de SER.
 
De repente me desperté… llevaba tiempo sin SER, sin sentir, la apatía había invadido mi vida años atrás. Había dejado de vivir…
 
Y al despertar una gran tristeza invadió mi ser y lloré y lloré y descubrí la ternura en quien me tendió su mano para ayudarme a salir.
 
Y volví a sentir y me expuse sin miedo a sufrir y descubrí mis propias armas, estaba comenzando a vivir otra vez… Aunque esta vez fuera con la fiel compañía de algo que me acompañaría toda mi vida, viviría sin miedo e intensamente lo que la vida me fuera presentando, con la autenticidad de la niña que un día fui.
 
Y pasé a ser el centro de mi vida. 
 
Carmen Olivar 

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