Volver a ser yo

No sé cómo llamarlo,  resurgir.. volver a creer.. después de 3 meses hundida, cuando sientes que has tocado fondo, no tienes fuerza, sientes que tu cuerpo ya no es tu cuerpo, el dolor te acompaña, estás agotada, tu mente va lenta, tu voz, ya no es ni siquiera tu voz, has perdido tu fluidez verbal, no tienes hambre, pierdes peso, sientes que tu vida se  va escapando poco a poco y tu día a día  se convierte en continuo llanto. No  puedes evitarlo, lo quieres evitar, pero solo quieres desaparecer y piensas “¿todo esto me lo está haciendo el Párkinson? Tan  cruel puede ser que me ha  arrebatado la ilusión y me deja recluida entre cuatro paredes, con miedo a salir, aturdida”

¡Uf! Han sido unos meses que no quiero recordar, pero de los que me llevo una gran lección: cuando el Párkinson decide que te va a acompañar, has de aprender a quererte, cuidarte y saber escuchar a tu cuerpo.

Es como si volvieras a nacer y has de aprender a vivir con él, si lo  niegas,no lo aceptas ,seguro que te vencerá.

Yo hoy, les puedo decir que a pesar del Párkinson, tengo mucho que agradecer, soy afortunada.. tengo vida,cada día veo el sol, estoy rodeada de gente que me da mucho amor .

Agradezco a la vida mis hijos, mi marido, fiel compañero, me ha cuidado con mucho amor y paciencia, mis grandes amigos .

Un pequeño ajuste en la medicación, junto con la maravillosa combinación de la gente  que me rodea , mis ganas de ser feliz y de disfrutar día a día de las pequeñas cosas de la vida , me han hecho resurgir.

El Párkinson te va dando lecciones, hay que aprender a cuidarse, respetar tu ritmo , nunca te juzgues, no te exijas más de lo que das, así podrás vivir con él, sin que les arranque poco a poco vuestra esencia.

Hoy estoy emocionada, después de meses llorando de sufrimiento, he llorado de emoción, vuelvo a creer en mi.

He vuelto a coger mis palos de tracking, mi música y junto a mi compañero de vida, mi marido, he vuelto a salir a pasear por la montaña, a mi ritmo, pero allí estaba, disfrutando del sol, de la vida.

Intentaré no  tocar fondo más, seguir cuidando y mimando mi cuerpo, porque es el único que tengo y lo he de querer.

Como ven he vuelto a sonreír, nunca se rindan, somos grandes  y resilientes. 

Que la sonrisa siempre les acompañe.

Sira 

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