Mujer, femineidad frente al párkinson

Me gustaría reflexionar sobre la mujer que no pierde su femineidad pese a la enfermedad.

Entiendo que será algo transversal a muchas enfermedades similares a la nuestra, pero sobretodo serán reflexiones con las que muchas mujeres se identifiquen.

Espero que se me entienda, sin tildes políticos, y sobre ello podamos debatir.

Yo, antes que enferma, soy mujer; y siempre he pensado que ser mujer es un valor diferencial. Ser mujer tiene que ver poco con la sexualidad o la sensualidad. También tiene poco que ver con el liderazgo de la mujer trabajadora; ser mujer tiene que ver con la manera que vivimos. La generosidad de ser madre, hermana, hija y, a veces, esposa.  Las mujeres estamos expuestas desde que nacemos. Tenemos un desarrollo fisiológico que, en sí mismo, nos expone a enfermedades y riesgos vitales, que asumimos con valentía y, sobretodo, mucha humildad. Sabemos acarrear con la familia entera, y también, somos capaces de pedir ayuda en favor de nuestras familias, cosa que, quizá, no haríamos para nosotras mismas.

Me gusta pensar que ese DON, no se invade de enfermedad. Es un DON inmune a nuestro propio dolor, por eso, cuando enfermamos, nuestra prioridad es que el dolor sea lo más invisible para las personas que cuentan con nosotras.

Todo esto tiene poco que ver con la confrontación entre hombres y mujeres, tiene poco que ver con reivindicaciones, pero tiene mucho que ver con coger nuestra autoestima y subirla por los aires y sentirnos orgullosas de seguir siendo el eje de nuestras familias aunque estemos “tiesas como si esperásemos a la Reina de Inglaterra pasar”

Por eso, me gustaría, que este año, más que nunca, cuando las mujeres hemos sostenido a nuestras familias confinadas, cuidando, cocinando, limpiando y entreteniendo a todos, hiciésemos un homenaje a las mujeres y, especialmente, a las que nos hemos superado ante la adversidad.

Marta Val 

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