El Mar y el Párkinson

Cuando me meto en el mar,

siento frescura en la piel,

en el alma es renacer y

en mi mente rompiente,

qué se arreglen las neuronas, 

qué no dejan que navegue ,

por todos lados , andando ,

sin resistencia ninguna.

El mar te da la certeza

de que el movimiento llega,

que su frío y su contacto

hacen que te encuentres sano.

Nunca cosa más engañosa!

Al salir de su guarida,

la pared llega a mi vida.

Tengo que reconocer que el mar da

ánimos mañaneros,

qué despiertan el cerebro

y nos pone más contentos

y así van pasando días

escondiendo un tormento,

qué imposibilita la vida,

una vida normal y serena

que deseo para todos

a los que quiero y añoro,

a los que conmigo van,

deseando que muy pronto, 

solucionen esto del Parkinson,

qué es una enfermedad fatal. 

Quiero ser una sirena que vive en el mar y que se adentra en la tierra cuando quiere caminar.

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