Como bien sabes, en el párkinson hay síntomas motores, que son los más visibles y notorios, pero también una gran cantidad de síntomas no motores (o no directamente motores) que también nos afectan mucho en nuestro día a día.
Uno de estos síntomas, quizá uno de los más extendidos, es el estreñimiento. Es, de hecho, uno de los primeros síntomas que aparecen en la fase prodrómica de la enfermedad, es decir, la fase anterior a la aparición de síntomas motores y en la que la persona todavía no sabe que tiene párkinson.
¿Por qué es malo, malísimo para ti el estreñimiento?
Si no eliminas los desechos, la medicación se absorbe muchísimo peor.
Si la medicación se absorbe peor, tu movilidad empeora.
Cuanto menos te mueves tú, menos se mueve tu intestino.
Cuanto menos movimiento tenga tu intestino, más tiempo permanecerán tus desechos en él.
Cuanto más tiempo permanezcan los desechos en tu intestino, más probable es que se reabsorban toxinas, especialmente si tu microbiota es pobre y tu intestino es permeable.
Cuántas más toxinas se reabsorban, más tendrá que trabajar tu hígado, que ya trabaja mucho metabolizando la medicación que tomas a diario (y otras muchas cosas).
Como con la mayoría de síntomas del párkinson, el estreñimiento causa un círculo vicioso que puede llevarnos a un empeoramiento general. Aunque también es cierto que, si revertimos ese círculo vicioso, podemos crear un círculo anti-vicioso que mejore nuestros síntomas.
Cómo combatir el estreñimiento en el párkinson
Hay algunos gestos muy sencillos que puedes hacer sin demasiado esfuerzo:
Bebe mucha agua: el agua es el laxante natural del cuerpo, bebe al menos 6 vasos grandes al día.
Muévete y flexibiliza articulaciones y músculos: el ejercicio en el Parkinson es importante para un montón de razones, entre ellas para combatir el estreñimiento. Haciendo ejercicio mueves los intestinos, y tus desechos también se mueven. Al mismo tiempo es importante que no te olvides de flexibilizar tus articulaciones y tus músculos con ejercicios de mobility (recorrido articular) y estiramientos.
Toma alimentos adecuados para el tránsito intestinal: apuesta siempre por cereales integrales y frutos secos, y come verduras en cada comida. La proporción de verduras debería ser de aproximadamente medio plato. Escoge preferiblemente verduras pesadas y raíces (patata, nabo, zanahorias…) cocinadas con agua (mejor que verduras crudas) y que incorporen grasas buenas. Los métodos de cocción que mejor preservan las propiedades son el vapor y el horno. Y la fruta, siempre entre comidas.
Estos 3 pilares serían los fundamentales a partir de los cuales podríamos empezar a concretar cómo debemos alimentarnos en la enfermedad de Parkinson.
También hay cosas que debes evitar si quieres combatir el estreñimiento:
Evita los alimentos refinados y procesados: harinas blancas, azúcares refinados, grasas hidrogenadas, alimentos procesados… todo esto empobrece la microbiota y tapona el intestino.
Evita el sofá: es muy tentador, pero cuanto más tiempo estés quieta, ¡más lentas serán tus digestiones!
Evita comidas copiosas: en nuestro caso es mejor comer comidas ligeras nutricionalmente densas que comidas muy abundantes, con las características que hemos indicado más arriba. Además de inflamarnos y ralentizar nuestras digestiones, dificultan la óptima absorción de la medicación.
En nuestro caso en particular, es importante que no trates de solucionar tu estreñimiento usando laxantes de manera habitual, ya que dañan la microbiota causando en el intestino más problemas de los que solucionan. Además, el uso frecuente de laxantes genera dependencia. Lo mejor es cambiar de hábitos y que el estreñimiento se corrija poco a poco y de manera natural.
¿Tienes más dudas sobre el estreñimiento? No te cortes y pregunta a la comunidad en los comentarios.
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