Hoy te traemos una receta de pollo al curry suave un poco original, ya que incorpora salsa de tomate. Cualquier plato que hagas al curry realmente lo puedes adaptar a tus gustos, añadiendo o quitando las verduras, hortalizas o condimentos que desees –siempre y cuando el plato lleve: curry y leche de coco.

A mí el curry me encanta con un montón de cosas: con pollo, con gambas, con legumbres… pero me gusta el curry suave, no muy picante. Así que las cantidades que voy a poner son para hacer que quede muy suavecito de sabor y puedas comerlo a todas horas, incluso por la noche.

Recuerda que este plato, al llevar proteína, tienes que evitar que coincida con las tomas de tu medicación. Más allá de eso, el pollo es una fuente de vitamina B12, que como todas las del grupo B es neuroprotectora, así que no dudes en incorporarlo a tu dieta habitual.

Ingredientes para la receta de pollo al curry suave

Los ingredientes son para 4 personas:

Para acompañar o presentar:

Preparación de la receta de pollo al curry suave

Troceamos la cebolla y el ajo y los pasamos por la picadora para que quede bien finito. Troceamos el resto de verduras y el pollo, y lo dejamos preparado.

En una cazuela, ponemos a calentar dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y echamos la cebolla y el ajo picados con un poquito de sal. Cuando estén blanditos, añadimos las verduras que tardan más en ablandarse, como el pimiento rojo, el pimiento verde, las zanahorias… Mezclamos todo bien, tapamos y dejamos que se poche todo a fuego medio-bajo durante unos 10 minutos. De vez en cuando, vamos removiendo para que no se nos pegue nada.

Pasados esos 10 minutos añadimos las verduras que tardan menos en ablandarse, como el calabacín, el brócoli, la coliflor… con un poquito de sal. De nuevo mezclamos todo bien, tapamos y dejamos que se poche todo junto durante unos 5 minutos más.

Ahora añadimos todas las especias, mezclamos bien y dejamos que desprendan todo su aroma.

Añadimos la salsa de tomate. Si en lugar de salsa de tomate vas a utilizar tomate triturado, deberás añadirle sal como si fueras a cocinarlo. Si la salsa de tomate ya está hecha, con sus condimentos, no hace falta que añadas nada más. Si está muy espesa o queremos que la mezcla sea más suelta, añadimos caldo vegetal.

Mezclamos todo y dejamos que haga chup chup con la tapa quitada durante 5-10 minutos. A continuación añadimos la leche de coco, mezclamos bien y dejamos hacer chup chup 5 minutos.

El curry debería estar aquí en un punto de espesor medio, ni muy espeso ni muy suelto. Si ves que está muy líquido, añádele un poco de maizena para espesarlo, y si ves que está muy espeso añádele una pizquita de caldo vegetal o un poco más de leche de coco.

En una sartén aparte, ponemos un poco de aceite y el pollo troceado. Salpimentamos y marcamos el pollo, es decir, dejamos que se haga solo por fuera para que no esté crudo, pero sin cocinarlo del todo.

Una vez marcado, lo ponemos en la cazuela con el curry, mezclamos todo y dejamos que haga chup chup todo junto durante 5 minutos. No cocines el pollo en el curry más de 5 minutos porque si no el pollo te quedará duro. Por eso es importante que te asegures de que el curry está en su punto de espesor ideal antes de añadir el pollo.

Servimos en un bol con un poco de arroz basmati integral y decoramos con el sésamo y las almendras para añadir un plus de grasas buenas y de calcio al plato.

Qué nutrientes lleva esta receta de pollo al curry suave

PolloAlto aporte en proteínas y moderado aporte en grasas. Proporciona grandes cantidades de vitaminas del grupo B (neuroprotectoras): B1, B2, B3, B6 y B12, además de minerales como el hierro, el magnesio, el zinc, el selenio, el cobalto, el fósforo y el cromo.
Leche de cocoDestaca por su aporte en potasio, que contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso, y hierro, que ayuda a prevenir anemias. Es un producto con mucho aporte graso. Escoge leches de coco sin azúcares añadidos y no demasiado cremosas.
Pimiento rojoUna de las hortalizas con mayor concentración de vitamina C (antioxidante). También incluye vitamina A (que protege las mucosas), calcio, potasio y fósforo. Mejora la absorción del hierro si lo tomamos junto a alimentos ricos en este mineral.
Pimiento verdeEs antioxidante, y su vitamina C contribuye a la correcta absorción del hierro. También lleva vitamina A, vitamina K, vitamina B6 (que interviene en la producción de dopamina) y potasio.
ZanahoriaEs muy antioxidante, rica en betacarotenos y vitamina E. La vitamina E es altamente antioxidante y la vitamina A contribuye a la reparación de las mucosas (por ejemplo, las del intestino). Rica también en vitamina K, fundamental para la salud ósea y la coagulación.
CalabacínAlto en agua y fibra, mejora el tránsito intestinal. Rico en vitamina B2, B6 y B9, todas importantes para el cerebro. Rico en vitamina C (antioxidante y antihistamínica) y K (salud ósea).
BrócoliMuy rico en betacarotenos, como las zanahorias (vitamina A). Alimento depurativo, mejora la función hepática, muy importante en personas que toman una medicación crónica. Cargado de vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B6) y C (antioxidante y antihistamínica). Rico en calcio, potasio, magnesio, fósforo, selenio y hierro.
CebollaProtege la función hepática, la vesícula y el páncreas. Favorece el tránsito intestinal, es antioxidante gracias a su vitamina C, y neuroprotectora gracias a su alta concentración en ácido fólico (B9) y vitamina B6 (que interviene en la producción de dopamina). Es diurética y depurativa, ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas.
AjoRiquísimo en numerosos minerales: manganeso, selenio, potasio, calcio, cobre, fósforo y hierro. Antioxidante (vitamina C y alicina) y neuroprotector (vitamina B6). En generosas cantidades se considera un alimento paliativo en demencias y enfermedades neurodegenerativas por su alto poder antioxidante. Antibiótico, antifúngico, anticoagulante, antitóxico y regulador de la presión arterial.
TomateAlto poder antioxidante gracias al licopeno y a las vitaminas C y E. También protege la vista y repara las mucosas (como las intestinales) gracias a su vitamina A. Ayuda a regular el tránsito intestinal gracias a su alto contenido en fibra, y también es un alimento diurético. Mejora la circulación sanguínea gracias al hierro y a la vitamina K de su composición.
Pimienta negraEs muy rica en magnesio, un mineral que entre otras cosas interviene en muchas síntesis bioquímicas, entre ellas la de la función muscular y la síntesis proteica, esencial para producir dopamina. Incluye todas las vitaminas del grupo B (neuroprotectoras), A (protección de mucosas), C y D (antioxidantes). También aporta potasio, calcio, hierro, zinc, sodio, fósforo y fibra.
CurryEl curry es una mezcla de especias, entre las que destaca la cúrcuma, y por tanto comparte sus beneficios: es antiinflamatorio, neuroprotector, detoxificante, anticancerígeno y previene la neurodegeneración y la demencia.
CúrcumaLa cúrcuma es una especia con gran potencia antiinflamatoria y neuroprotectora. Es detoxificante, favorece la salud de la microbiota intestinal y estimula al sistema inmune.
JengibreEl jengibre apacigua el sistema digestivo, previene las náuseas y ayuda a digerir mejor. Alivia el dolor muscular y articular, y es antiinflamatorio. Además mejora la función cerebral.
CominoEl comino aumenta el apetito, con lo que si has perdido peso debido a la enfermedad es un excelente complemento para estimular tu hambre. Es antioxidante (vitamina A y E), y su potasio y magnesio cuidan de tus nervios y músculos.
Canela CeylánEs antioxidante y hay estudios que indican que podría prevenir la aparición de demencia y Alzhéimer. También ayuda a regular la glucosa y el colesterol. Importante que si la vas a consumir cada día, compres canela Ceylán y no canela a secas.
Arroz basmati integralSu alto aporte en fibra modera su índice glucémico, por lo que es preferible a arroces no integrales. Es una fuente de vitaminas del grupo B (neuroprotectoras); su aporte en fibra contribuye a un mejor tránsito intestinal; y aporta magnesio, muy importante para personas con Párkinson. Además aporta los 8 aminoácidos esenciales, vitamina E (antioxidante), vitamina K y manganeso. Es importante que antes de cocinarlo lo dejes en remojo durante al menos 2 horas y que lo hiervas en gran cantidad de agua, ya que se trata de un arroz con mucho arsénico debido a las tierras en las que se cultiva.
SésamoEs antioxidante, favorece el tránsito intestinal y contiene mucho calcio, contribuyendo a nuestra salud ósea. Algunos estudios indican que su sesamina contribuye a proteger los cartílagos y mejorar la salud de las articulaciones.
AlmendrasEs una fuente de grasas buenas y contiene un 20% de proteína. Es antioxidante gracias a su aporte en vitamina E, y es riquísima en minerales importantes para nosotras, como el calcio, el magnesio o el manganeso. También es antiinflamatoria y neuroprotectora (vitaminas del grupo B).
AOVEEl AOVE es una grasa buena, que no puede faltar en la dieta de las personas con Párkinson. Las grasas buenas son fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso (especialmente el cerebro) y el funcionamiento hormonal.

Verás que, cuando lo pruebes, no podrás pasar sin este pollo al curry suave con salsa de tomate. Nos apostamos a que lo ficharás para hacerlo a menudo.

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